Quererte
hasta la Muerte
Elementos explícitos
Luna
Elementos
implícitos
Amor por Luna.
No puede vivir sin el amor de este ser.
Luchar hasta alcanzar el objetivo propuesto.
Cuentan una vez que en
un pueblo muy lejano vivía una familia muy acomodada en el
¨Rancho 3
Hermanas¨ que tenían 3 preciosas hijas donde una de ellas se llamaba Luna.
Luna
era una chica no muy común tenía una mirada tan tierna una belleza que
impresionaba a cualquiera. Un día salió a la ciudad como de costumbre con sus
hermanas a realizar unas compras que les había enviado su mamá.
Cuando llegaron al supermercado
donde tenían que hacer las compras de repente llega un chico muy atractivo en
la cual las chicas se quedaron deslumbradas al ver por primera vez en el pueblo
al chico que tenía unos ojos color del cielo, alto, rubio. Pero a él quien le
impresionó y sintió atracción fue por Luna.
-Hola como se llaman –
dijo el chico.
-Una de ellas responde
yo me llamo Pilar, y comenzó a dar el nombre de cada una de ellas.
-Él les pregunto dónde
vivían porque es la primera vez que las vio en la ciudad.
-Luna – dijo a una
media hora de la ciudad en el ¨Rancho 3 Hermanas¨.
Luego se despidieron
porque se les hacía tarde pero el cruce de miradas era imparable, no podían
disimular ambos en ese día se enamoraron.
-Hasta otra
oportunidad – dijo Luna.
Salieron de la ciudad
en su carruaje dirigiéndose a su Rancho, pero en el camino de repente se
encontraron a una persona que necesitaba de ayuda ya que había tenido un
accidente y pararon el carruaje, ayudaron a la persona y luego continuaron con
su camino.
Muy alegres iban
conversando las chicas, pero Luna se encontraba muy pensativa iba un poco
distraída porque no podía olvidar la mirada del chico que encontró en el
mercado, las hermanas al darse cuenta que ella estaba como ida comenzaron a
molestarla y le
Decían – uuuuuu ya te
flecho el corazón. – Bueno la verdad que estaba bien guapo dijeron las hermanas
de Luna.
Pasaron los días y el
chico salió como quien hace compras para ver si encontraba a Luna, pero nada
que la podía ver porque justo cuando ella salió a comprar o pasear a la ciudad
no lo podía ver y así pasaron meses sin poderse ver y ambos tenían el deseo de
encontrarse.
Pero llegó un gran día
donde hubo la oportunidad de volverse encontrar, estaba Luna paseando por la
ciudad y cuando vio de lejos nuevamente al chico que había flechado su corazón,
realmente no sabía que hacer ella porque no quería dar a notar que le gustaba,
cuando llego el chico donde ella, la saludo muy atento y contento porque se
había cumplido su deseo él quería verla y poder conversar y poder conocer más
de ella.
-Me da mucho gusto
volverte encontrar – dijo el chico.
-De igual manera –
responde Luna.
-Y como estas -
preguntó Luna.
-Bien ahora mucho más
porque tu presencia me pone mucho mejor – contestó el chico.
-Pero ¿cómo te llamas
donde vives y a que te dedicas? – dijo Luna.
-Mi nombre es Juan,
pero me puedes decir Juanito.
Pasó el tiempo tan
rápido que tuvo la chica que regresar a su casa.
Los padres de Luna
eran Carlos y Marina tenían un Rancho en un pueblito muy apartado de la ciudad
ellos deseaban para que sus hijas puedan encontrar un hombre que las ame,
respete ya que sus hijas eran su adoración.
Un día en la mañana
salió a recoger frutas Luna y sus hermanas por el campo ya que tenían una gran
variedad de frutas cada cual con su canasto porque tenían que llevar a la
ciudad a vender.
Una vez que tenían
recogidas las frutas se fueron a la ciudad a venderlas y ahí se enteran que va
a ver una gran fiesta de gala en la ciudad. Nuevamente Luna se encuentra con
Juan y la invita para que sea su pareja en aquella noche ella sin dudar –
respondió que sí sería su pareja en la fiesta.
Luna no supo que
decir, pero en realidad ella también sentía lo mismo, pero no quería que él lo
note, ella en ese día decidió no responderle nada, todo estuvo lindo en esa
noche, ya era tarde de la noche se habían pasado de la hora que tenían que
regresar y estaban muy asustadas porque se les paso la hora que sus padres les
habían dado permiso, Juan las acompañó hasta cerca del rancho.
Juan estaba
perdidamente enamorado de Luna cada día que pasaba él se enamoraba más y más,
no sabía cómo verla hasta que se decidió y se fue cerca del rancho para ver si
la
Encontraba y fue así
ella andaba caminando por el campo recogiendo frutas ella estaba tan
concentrada en lo que estaba haciendo que no se dio cuenta que Juan estaba
cerca de ella cuando el decidió tomarla por sorpresa y la abrazo y le dio un
beso donde Luna ya no pudo contenerse y les dio rienda suelta a sus
sentimientos.
Y comenzaron a salir a
escondidas porque ella tenía temor que los padres no lo acepten porque ya había
tenido un chico y los padres no aceptaron por lo cual decidió mejor mantener en
oculto sus amoríos con Juan, hasta más después y fue así paso un buen tiempo y
decidieron hablar con los padres de Luna. Pero Luna no conocía de qué familia provenía
él y le pregunto.
- ¿Cuáles son tus
padres y en que parte de la ciudad vives?
-Respondió Juan mi
padre es el presidente de la nación.
Y aquel hombre era arrogante, altivo.
Fue en el mes de
agosto cuando decidieron hablar con Carlos y Marina. Los padres de Luna aceptaron
que Juan salga con su hija, pero siempre y cuando la respete. Tan grande era el
amor de Juan que no le importaba que su padre no esté de acuerdo con la
relación que mantenía el con Luna, el padre de Juan quería una chica que sea de
la alta sociedad porque a él le interesaba solo la posición social y no más el
amor que sentía el hijo, pero a Juan lo le importo y siguió con Luna.
A pesar de todo la
relación de ellos se iba fortaleciendo al pasar el tiempo, hasta que llego el
día en que Juan le propuso matrimonio a Luna en lo cual luna acepto. Pero Juan
le dijo: me casare contigo sin que mis padres se enteren porque ellos quieren alejarme
de ti. Así
Que empezaron con los
preparativos de la boda, los padres y hermanas de Luna estaban
muy felices.
Llego el día de la boda y todo era felicidad, los padres de Luna como regalo de
boda les dieron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera
trabajar como leñador ya que los padres de Juan lo desheredaron por haberse casado
con Luna. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de ellos,
de la familia de Luna que tanto había ayudado en esa relación.
Decidió ir a la ciudad para ver qué podía encontrar allí
y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no
encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las
monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras
pensando que se acercaba la fecha del aniversario.
Al pasar por una
joyería, la única de la ciudad, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vitrina.
Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba
verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que
su abuelo le había regalado antes de morir.
Desde chico, él
guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su
cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel
reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta
que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo
guardaba nuevamente en el estuche.
Luna pensó: "Que maravilloso regalo sería esta
cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la
respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella
había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido
que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía
esperar tanto.
Salió de la ciudad un poco triste, pensando qué hacer para
conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no
sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del
pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo
natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde
que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.
El dinero que le
ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una
caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera:
- Si dentro de tres
días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?
- Seguro – fue la
respuesta.
- Entonces en tres
días estaré aquí.
Regresó a la joyería,
dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.
El día del
aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre.
Luego, Juan se fue a trabajar y Luna fue
a la ciudad.
Él llegó. Se
abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó
de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el
reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le
había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peineteros
que él había comprado… vendiendo el reloj de oro del abuelo.
Juan al mirar a su amada con su cabello corto,
se llevó una triste e inesperada sorpresa ya que su cabello largo era una de
las cosas que el más apreciaba de ella, fue tal su desilusión, que quiso escapar tan
rápidamente para recuperarse de aquella fuerte impresión, salió de la
habitación sin dar ninguna explicación a su bella compañera que se quedó
estupefacta al ver a su amado marchase de ahí.
Juan caminó mucho durante las frías calles de
su pueblo, pensando y pensando que vendrá después, hasta que llegó a un bar al
cual entró y pidió un vaso de licor 🍺 fuerte, que lo tomó sin vacilar, de pronto
se le acercó una hermosa dama la cual le hizo conversa, él con su amabilidad
que lo caracterizaba respondió a todas las preguntas de la dama y así culminó
la noche.
La dama le pidió que lo acompañara hasta su
casa, al llegar ahí; tres individuos de traje obscuro lo maniataron y lo
llevaron muy lejos de la ciudad, llegaron a una cabaña, lo desataron en un
cuarto aislado, entonces Juan logró escuchar la voz de los individuos junto a
la dama que horas antes lo había acompañado durante toda la noche.
Ellos hablaban sobre su plan y de cómo harían
para hacer llegar la nota sobre el secuestro de Juan para su padre, que supuesta-mente era un hombre muy
adinerado y podría pagar un jugoso rescate para salvar la vida de su hijo.
Juan por su parte pensaba más en su amada que
en su propio bienestar. Pasaron muchos días para que el plan de los antisociales
tuviera éxitos, pero no recibieron ninguna respuesta positiva que satisfaga los
intereses de los malhechores.
Además el padre de Juan no quería saber nada
acerca de pagar el rescate, mientras tanto el enamorado Juan sobrevivía más por
amor que por el trato que recibía.
Mientras tanto Luna no sabía nada de Juan,
algunas personas se le acercaban y le decían que él ya se había ido a otro país,
otros le manifestaban que a lo mejor
estaba muerto, y otros le decían que se había ido con otra mujer, pero ella seguía
con la esperanza de que algún día él apareciera y volverían a estar juntos,
preguntaba por todos los lugares y a
muchas personas sobre el paradero de su amado Juan, pero ninguno le daba una
respuesta esperanzadora.
Por otro lado, el padre de Juan seguía
recibiendo notas de los secuestradores quienes cada vez bajaban el monto de sus
pretensiones económicas para dejar libre a Juan, pero la tozudez de padre no cedía,
seguía con la idea de no despojarse de un solo centavo para que se pueda liberar a
Juan.
Cierto día
Luna también recibió una nota de los secuestradores de Juan quienes le
pedían que interceda con el padre, para que persuada al anciano y entregue la cantidad
de dinero que ellos le solicitaban.
INTEGRANTES:
Oswaldo Gabriel Alcívar Gutiérrez
María Michelt Ortiz Zavala
Evelyn Yulissa Tandazo Castillo
Dayana Betzaida Chilan Paredes